'En 2010 la fotógrafa Cristina Núñez (1962, Figueras, Girona) relató en un libro de autorretratos como la fotografía le salvó de la adicción a las drogas. Nuñez empezó a tomar autorretratos en privado en 1988 para superar una adolescencia problemática. Estuvo en el infierno y la fotografía la sacó de allí. Las imágenes se convirtieron en una forma de auto-terapia. Hemos hablado con ella y nos ha contado como empezó y en qué momento está ahora.
Al principio me fotografiaba pensando que era una cuestión de vanidad
"Después de una adolescencia como heroinómana (de los 15 a los 20), tras un año y medio de centros de rehabilitación, empecé una psicoterapia para comprender mejor el por qué lo había hecho y empezar a resolver mis problemas de autoestima y de relación con los demás. También hice un curso de interpretación teatral, porque quería ser actriz, aparecer en el escenario y así ser 'vista'... Al cabo de dos años conocí un fotógrafo italiano, nos enamoramos y me trasladé a Milán, donde viví 24 años. Viéndole utilizar la cámara para capturar la fuerza y el carisma de las personas que retrataba, comprendí que era un instrumento potente y lo primero que hice fue dirigir el objetivo hacia mí misma... era el 1988. Años después comprendí que había encontrado la manera de darme a mí misma la mirada profunda que tanto necesitaba de los demás. Solo que esta vez, podía dármela yo misma. Era un paso importante hacia la independencia..."
'Self portrait with mom'.
Furia, vanidad, enfermedad, alegría, compasión... La exposiciónSomeone to love reúne fotografías tomadas entre 1988 y 2011, imágenes de gran tamaño y más de cien fotografías de pequeño formato que ocupan el perímetro de la galería, formando una "linea de vida" en la que los autorretratos se combinan con fotos de sus antepasados y retratos que ella misma realizó de sus familiares, indagando en sus relaciones y buscando sus raíces a través de las emociones, los rostros y los cuerpos.
'Dancing for Manolo'.
"Al principio me fotografiaba pensando que era una cuestión de vanidad. No me daba cuenta de que estaba haciendo una especie de auto-terapia. Simplemente me divertía con la cámara y me gustaba verme guapa en las fotos. Tras seis años de autorretratos, empecé a fotografiar a los demás, y enseguida tuve éxito con mis fotos, gané premios, y construí proyectos de libros y exposiciones, mientras seguía haciéndome autorretratos, de vez en cuando. Fue solo después de la separación de mi marido y la muerte de mi padre, cuando tuve una crisis importante, un bajón enorme de autoestima que empecé a darme cuenta de que me hacía sentir muy bien, e intuitivamente me fotografiaba más a menudo. Me dí también cuenta de que si expresaba mi desesperación en una foto, se me pasaba enseguida, y me sentía incluso alegre... podía pasar a otra cosa".
'The fury'.
Blonde Cris.
La exposición se ha visto en la galería Skol Centre des Arts Actuels, en septiembre de 2011. Fue una de las 25 exposiciones del Mois de la Photo de Montréal 2011. Ahora, después de presentar los vídeos y una pequeña muestra de imágenes en diciembre de 2012, H2O expone ahora el proyecto completo por primera vez en Barcelona. Después de H2O de Barcelona, se irá a la galería Luova en Helsinki.
'Sick Cris'.
"La exposición es mi autobiografía, son 23 años de autorretratos. Hay muchas fotos que no están en el libro, pero en el libro hay muchas fotos de los últimos tres/cuatro años, por ejemplo todo el trabajo que hice con mi madre, acompañándola hasta el final. Además el proyecto autobiográfico es reciente, y es esencial. No es suficiente hacerse muchas fotos para hacer una buena exposición, la proyectualidad es esencial para crear una buena obra, rica y compleja pero con un hilo conductor (que en este caso es la línea de la vida que recorre el perímetro de la galería), de manera que no sea auto-referencial y los espectadores se puedan reflejar en mi trabajo. A menudo me dicen 'me imagino qué imágenes pondría yo de mi vida' o bien 'he hecho un viaje interior mirando tu exposición'.
A caballo entre Barcelona y Milán, Nuñez trabaja para extender las bases teóricas y prácticas del método que enseña en cárceles y centros de desintoxicación donde encuentra a personas que viven en el límite para ayudarlas a exorcizar sus miedos. Y sueña con crear un máster sobre el autorretrato terapéutico.
'I Am Aisha'.
"Soy una artista, pero también soy 'facilitadora de autorretrato terapéutico' según mi método The Self-Portrait Experience. Siendo artista, tengo intuiciones que se refieren al proceso creativo. Mi objetivo es la obra, es el proceso creativo, siento una total devoción al proceso creativo y es lo que realmente me interesa. Pero también se que el proceso creativo es muy terapéutico, que acelera nuestra evolución interior. Trabajo con todo mi ser para que el proceso creativo sea sublime, para que las obras sean potentes, magníficas, sé muy bien que puedo ayudar a los demás mucho mejor que si me ocupo de ellos. En mi estudio, las personas aprenden a convertir su propio dolor, sus emociones más difíciles, en obras de arte. La maravilla es que siempre es un éxito: siempre se produce una obra, tal y como yo la considero.
'Compensating the past'.
Pero lo mejor es que la obra se produce cuando yo no estoy en el estudio, y cuando están menos conscientes, cuando están en las profundidades de su 'caverna', es decir, de su identidad. De pronto, una de las imágenes es perfecta, tiene una composición sublime, y ha sido un proceso inconsciente. Por eso el proceso es terapéutico, es catártico. Unos terapeutas finlandeses se quedaron pasmados que en 10 minutos pudieran conseguir llegar tan profundamente, algo que no se consigue en una normal sesión de terapia. Muchas personas, tiempo después de mi taller, me han contado como el autorretrato les ha ayudado a verse de otra manera, a relacionarse con los demás de otra manera, a emprender caminos deseados y antes algo temidos, a cambiar sus vidas...
En mi estudio, las personas aprenden a convertir su propio dolor, sus emociones más difíciles, en obras de arte.